IDIOMA

viernes, 7 de noviembre de 2014

"Lecturas sobre la Primera Guerra Mundial" por Diego Arrebola Gómez

"Lecturas sobre la Primera Guerra Mundial"  por Diego Arrebola Gómez

Hola compañeros/as: Aunando que esto es un blog de lectura y que se celebra el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, he escrito este artículo sobre algunas obras literarias que tratan este acontecimiento, y que, en mi opinión, pueden ser de interés como lecturas personales y para el trabajo en clase.


Como ustedes saben este verano se han cumplido los 100 años del inicio de la Primera Guerra Mundial. En el otoño de 4 años después, por estas fechas, (exactamente el día 11, del mes 11, a las 11 de la mañana), se producía el final de la misma. Un acontecimiento como éste ha sido objeto de infinidad de libros. Con motivo del centenario se están editando otros muchos. Yo no voy a hablar de novedades al respecto, sino de una serie de lecturas que creo sería interesante que todos conociéramos y que, por haberse escrito poco después de su final, quizá hoy sean poco leídas. Tienen en común que sus autores participaron en la contienda; muestran la guerra en toda su crueldad, sin concesiones a heroicidades, propagandas ni patrioterismos; todos sufrieron algún tipo de persecución tras su publicación, y forman la avanzadilla de las obras antimilitaristas, antibelicistas o pacifistas.
La primera es el clásico “Sin novedad en el frente” de Erich María Remarque. Su autor luchó en el bando alemán y lo publicó en 1929 cuando en el ambiente empezaban a flotar de nuevo aires bélicos. Es una novela, pero casi todo lo que cuenta le sucedió a él. Básicamente se trata de cómo la guerra cambia por completo la vida de un grupo de amigos, estudiantes de un mismo curso, que movidos por el entusiasmo inicial y por los consejos, casi órdenes, de su profesor marchan a la misma. Desde el entrenamiento inicial, hasta el final de la contienda, se produce todo un proceso que cambia por completo sus vidas hasta la más absoluta deshumanización. El libro fue quemado en público a la llegada del nazismo y su autor tuvo que exiliarse. De especial interés me parece el capítulo en que, tras la visita del káiser al frente, los soldados discuten, a su nivel, de las causas de la guerra, o las reflexiones de la parte final del libro sobre el proceso de deshumanización. En 1930 se hizo una primera versión cinematográfica (considerada la mejor de todas), y tal vez sea más conocido por ella que por su lectura.
En el mismo bando combatió Hans Herbert Grimm que publicó “Historia y desventuras del desconocido soldado Schump”. Escrita con el seudónimo del protagonista tiene un carácter más aventurero, de lectura más amena, humorística y picaresca. Por su carácter antipatriótico y antiheróico sufrió la misma persecución que la anterior y los nazis quemaron todos los ejemplares. El autor pudo salvar uno que escondió en una pared. Recientemente, 85 años después, recuperado el ejemplar, ha vuelto a editarse.  
En el bando aliado tenemos “El miedo” del francés Gabriel Chevallier  . El título ya dice mucho y en este caso no es una novela sino que está escrito en plan autobiográfico. Narra la vida de un chico de 19 años que es obligado a ir a una contienda en la que su principal preocupación es no morir. Todas las crueldades de la guerra se encuentran en él: trincheras, gases, frío, piojos, ratas, obuses, muertes, hospitales, dolor de los familiares... Su realismo y dureza y la crítica que hizo de algunos superiores le llevó a sufrir la incomprensión de muchos de sus conciudadanos y fue tachado de antipatriota. A pesar del éxito obtenido por el libro, en 1939, cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, él mismo prohibió que se siguiera publicando y no autorizó que volviera a editarse hasta 1950.
Por último me referiré a “Senderos de gloria” del escritor norteamericano Humphrey Cobb que combatió como voluntario. (Toma el título de un verso de Thomas Gray: “Los senderos de gloria no conducen sino a la tumba”). Al igual que “Sin novedad en el frente”, tal vez sea más conocida por la versión cinematográfica de Kubrick de 1957. Basada también en hechos reales pone principalmente de manifiesto dos cuestiones: que algunos mandos militares estaban más preocupados por sus intereses personales de hoja de servicios y ascensos, aunque para ello hubiera que tapar la verdad e incluso sacrificar vidas de sus mismos compatriotas; y la práctica que llevaron a cabo bastantes ejércitos de fusilar a combatientes propios para que sirvieran de vacuna ante los actos de cobardía o de deserción. En este caso la oposición fue más a la proyección de la película que al libro, sobre todo en Francia, donde los militares no permitieron su estreno hasta 1975. En España, por el mismo motivo, no lo pudo hacer hasta los años 80, una vez ya muerto el dictador.
No quiero dejar de citar un texto, de similares característica a los anteriores, pero que ve la guerra desde el lado de la sátira humorística. Se trata de “Las aventuras del buen soldado Svejk” de Jaroslav Hasek. (Su título y el nombre del protagonista puede variar según traducciones). Para los checos esta obra es como su Quijote. El mismo protagonista tiene mucho de este personaje y de Sancho. Lo ingresan en un manicomio, pero su locura sólo es otra forma distinta de ver la realidad (que no coincide con lo que hoy llamaríamos el pensamiento dominante). Esta característica hace que vea la guerra desde el lado satírico y, por tanto, mata dos pájaros de un tiro: nos  produce humor, y después nos hace reflexionar. Si Sancho tenía un almacén de refranes, Svejk lo tiene de sucedidos que tienen que ver con lo que está pasando, con los que desarma toda la lógica oficial. Principalmente son blancos de sus críticas los mandos militares incompetentes. Su autor luchó en el bando austríaco y después se pasó al ruso. Desgraciadamente el libro no se pudo acabar porque iba a constar de 6 tomos y solo pudo escribir 4 por su prematura muerte. Acaba cuando Svejk está a punto de incorporarse al frente.
En el film “Senderos de gloria” la escena final sucede en un lugar para esparcimiento de la tropa francesa. Los soldados están esperando la aparición de una chica alemana, que ha sido capturada, y la van a obligar a actuar para mofarse de ella, y se supone que descargar sus odios. Cuando la chica sale, de forma tímida, empieza a cantar una canción tradicional de su tierra. La cámara alterna planos de la chica con rostros de los soldados, donde poco a poco se ve cómo su actitud inicial se va transformando en aceptación del sentimiento que expresa la canción, a la que acompañan con su tarareo y, en algunos casos, con sus lágrimas.
En la vida real, en el momento acordado para finalizar las hostilidades, un piloto francés quiso sobrevolar las trincheras para ver la reacción de los combatientes. Poco a poco, como topos que surgían de sus madrigueras, vio que los soldados de ambos bandos, algunos de los cuales llevaban años enfrentados, iban saliendo de las trincheras y caminaban hacia la tierra de nadie para fundirse en abrazos de alegría y  confraternización.
Metáforas, tal vez, de la inutilidad de todas las guerras (la victoria por la fuerza tiene fecha de caducidad, solo el convencimiento puede dar soluciones duraderas), y de que todos los seres humanos somos iguales. Esta obviedad, no lo es tanto, si comprendemos que la desigualdad es terreno abonado para que algunos saquen rédito.
No se repetirá, en la forma, otra guerra como la Primera Guerra Mundial pues el tiempo no pasa en balde. Pero en el fondo todas han sido y serán iguales: sufrimiento para muchos y beneficios para unos pocos. Posiblemente se acabarían hoy mismo, si tuvieran que dirimirlas, poniendo su vida en el tablero, solo los que las provocan o  se aprovechan de ellas.

Termino copiando dos citas:

“¿Cabe imaginar algo más chusco que el hecho de que un hombre tenga derecho a matarme porque vive en la otra orilla del río y su príncipe tiene una disputa con el mío, aunque yo no tenga ninguna con él?”
Pascal 1623-1662. Recogida en el libro “El miedo”.

"Soy joven, tengo veinte años, pero no conozco de la vida más que la desesperación y la muerte, la angustia y el tránsito de una existencia llena de la más estúpida superficialidad a un abismo de dolor. Veo que los pueblos son lanzados los unos contra los otros, y se matan sin rechistar, sin saber nada, locamente, dócilmente, inocentemente. Veo cómo los más ilustres cerebros inventan armas y frases para hacer posible todo esto durante más tiempo y con mayor refinamiento. Y como yo, lo ven todos los hombres de mi edad, aquí y entre los otros, en todo el mundo; conmigo lo está viviendo toda mi generación. ¿Qué harán nuestros padres si un día nos levantamos y les exigimos cuentas? ¿Qué esperan de nosotros cuando la guerra haya terminado? Durante años enteros, nuestra ocupación ha sido matar; ha sido el primer oficio de nuestra vida. Nuestro conocimiento de la vida se reduce a la muerte. ¿Qué puede, pues, suceder después de esto? ¿Qué podrán hacer de nosotros?"
Reflexiones del autor de “Sin novedad en el frente” en los capítulos finales.
Saludos compañeros/as y ánimo en la lucha de la educación.

Diego Arrebola Gómez





SOSPECHOSOS HABITUALES

ACCESO

Sección abierta al profesorado y personas afines al mundo de la literatura, donde se publican de forma periódica, reflexiones, sugerencias, textos literarios, etc. que los "sospechosos habituales" entiendan que deben publicar. El CEP de Lanzarote no se hace responsable de las opiniones reflejadas en este apartado de expresión escrita.

Animamos a participar a todo el profesorado en esta sección, bien en el apartado de comentarios en cada artículo, y/o escribiendo artículos para su publicación y enviándolos a bibliotecaceplanzarote@gmail.com o agueher@gobiernodecanarias.org.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos mudamos a Ecoblog

La vida es cambio. Nos mudamos a Ecoblog el servicio de blogs de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Nuestra nueva di...